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El olmo estuvo siempre presente en el sentir de los Terqueños desde la lejanía, en 1913 Joaquín Romera Tortosa, desde Melilla, donde realizaba el servicio militar, escribe a un familiar lo siguiente "Me enterado que se están yendo a Buenos Aires mucha gente de Terque, pues según veo me parece que al paso que va, cuando yo vaya a ir, voy a tener que hablar con el olmo de la plaza, pues al paso que va, cuando yo vaya, no hay ahí ni Dios."
Guillermo Porras Pastor, recuerda el gran hueco que presentaba en el costado su tronco hasta hace unos años y que poco a poco se ha ido cerrando. Cuando el era niño cabía una cabeza y 30 años antes, según su tío Pepe Porras, permitía a un muchacho entrar por él.
Os invito a todos los Terqueños a preparar un homenaje a nuestro Olmo centenario. Podéis mandarnos vuestras ideas y sugerencias, fotografías antiguas donde se vea el olmo, textos que le queráis dedicar, dibujos....
Mi sueño seria verlo libre de coches....
Mi sueño seria verlo libre de coches....
Este poema lo escribió nuestra querida Araceli Ruiz García
El Olmo
Hay un Olmo centenario en la plaza de mi pueblo
donde los gorriones hacen nidos
en verano y en invierno.
He crecido junto a él
y me trae muchos recuerdos.
Se le cuida con esmero
pero como todos los mayores
a veces se pone enfermo.
Nunca se le ve solo
siempre hay niños jugando
personas o algún perro
buscando el cobijo de sus ramas
que dan calor o aire fresco.
Y cuando llega la noche
como un padre o un abuelo
como un vigilante fiel
cuida de nuestro sueño.
Lo tenemos en el escudo
como símbolo muy nuestro,
y mientras siga viviendo
siempre será el más viejo de mi pueblo.
donde los gorriones hacen nidos
en verano y en invierno.
He crecido junto a él
y me trae muchos recuerdos.
Se le cuida con esmero
pero como todos los mayores
a veces se pone enfermo.
Nunca se le ve solo
siempre hay niños jugando
personas o algún perro
buscando el cobijo de sus ramas
que dan calor o aire fresco.
Y cuando llega la noche
como un padre o un abuelo
como un vigilante fiel
cuida de nuestro sueño.
Lo tenemos en el escudo
como símbolo muy nuestro,
y mientras siga viviendo
siempre será el más viejo de mi pueblo.
Como en todas las plazas, los árboles se plantaron con el objetivo de ofrecer sombra a todas las actividades que allí se daban. El gran olmo, es el símbolo de Terque y de su plaza. Su edad se desconoce, lo cierto es que en 1781, ya se tiene testimonio escrito de la existencia de un olmo en la plaza, bajo el que se sentaban para realizar los arrendamientos anuales de productos como el aceite, el vino o el horno comunal o de poya. Las actas capitulares así lo recogen “En seis dias de enero de mil setecientos ochenta y uno siendo la una de la tarde se sentaron en la plaza de este pueblo de Terque inmediato al olmo de ella, sitio acostumbrado para correr las ventas los señores don Francisco de Tapia y Juan Alonso…”
El olmo estuvo siempre presente en el sentir de los Terqueños desde la lejanía, en 1913 Joaquín Romera Tortosa, desde Melilla, donde realizaba el servicio militar, escribe a un familiar lo siguiente "Me enterado que se están yendo a Buenos Aires mucha gente de Terque, pues según veo me parece que al paso que va, cuando yo vaya a ir, voy a tener que hablar con el olmo de la plaza, pues al paso que va, cuando yo vaya, no hay ahí ni Dios."
Guillermo Porras Pastor, recuerda el gran hueco que presentaba en el costado su tronco hasta hace unos años y que poco a poco se ha ido cerrando. Cuando el era niño cabía una cabeza y 30 años antes, según su tío Pepe Porras, permitía a un muchacho entrar por él.
Junto al olmo encontramos los dos Castaños de Indias o Falsos Plátanos. De los tres que existieron, hoy solo se conservan dos. El tercero estaba situado en medio de los otros dos, y se cortó para dar una entrada más amplia a la plaza, pues antes, los carros y coches pasaban con estrechez entre el tercer árbol y la casa de Paco Lázaro, (hoy casa de Ángel Valverde).
